Nuestro cuerpo físico y nuestra imagen externa, se puede ver, tocar, oler.
Pero también tenemos una parte que no podemos ver y que podemos sentir, es nuestra parte emocional y mental.
Nuestros pensamientos nos controlan.
Podemos sentir, imaginar y visualizar, acontecimientos ya pasados y revivirlos una y otra vez, cambiarlos e incluso imaginar e inventar acontecimientos futuros.
Si hemos pasado por una situación desagradable y seguimos reviviendo ese momento, seguiremos pasándolo mal , quedándonos anclados en ese momento ya pasado y generando un estrés crónico, siendo perjudicial para nuestra salud.
Nuestra mente tiene un gran poder, no tiene límites y esto puede ser muy bueno si sabemos utilizarla a nuestro favor o muy limitante si la usamos en contra
Tenemos una parte espiritual, es desde donde vivimos, desde dónde hacemos las cosas, es nuestra esencia, la reconexión con nosotros mismos y todo lo que nos rodea, el autoconocimiento.
Es ese estado de armonía, paz y tranquilidad interior.
Además de nuestro cuerpo Físico, también tenemos un cuerpo Mental , Emocional, Espiritual y Energético. Debemos cuidarlos para que estén en el mayor equilibrio y armonía posible.
Es importante que tanto el cuerpo físico (lo que vemos), el mental (lo que pensamos) el emocional (lo que sentimos) y la energía (como vibramos), estén alineados para que trabajen a nuestro favor, para conseguir un propósito común: la Calma, la Paz, la Felicidad.
Si nuestros cuerpos no van en una misma dirección y cada uno va por separado, se genera una desconexión, desequilibrio y con ello estrés y malestar.
El cuerpo físico , al ser el único cuerpo que vemos y tocamos, parece como si fuera el único que tuviéramos y existiese.
Damos más importancia al plano físico porque es lo que podemos controlar y manipular de alguna manera, por eso nos importa tanto la imagen y lo externo.
Vivimos a traves de nuestro cuerpo físico, es nuestro “vehículo terrenal” en esta vida, es importante cuidarlo y alimentarlo bien, darle descanso necesario, movimiento…pero sin olvidarnos de su conexión con la parte mental y emocional.
Según vivamos y cuidemos nuestro cuerpo físico, estará más saludable o no. Dependerá mucho de nuestro estilo de vida en general, de nuestros hábitos alimenticios, la práctica de ejercicio físico, descanso, higiene…
En este cuerpo físico influyen nuestros pensamientos, nuestras creencias, nuestras emociones… por eso es tan importante la conexión entre todos ellos.
Dependiendo del tipo de pensamiento que tengamos, así serán nuestras emociones.
Y estas emociones acabarán afectando a nuestro cuerpo, positiva o negativamente , dependiendo del uso que le demos.
Al cuerpo físico hay que darle alimento de calidad.
Comemos para generar energía y una buena calidad en la sangre, para que nuestro organismo funcione a la perfección.
Nuestros pensamientos y emociones, también dependerán del alimento y nutrientes que le aportamos.
Todo lo que somos, en gran medida, es el resultado de nuestros pensamientos y estos vienen determinados por nuestras creencias. Cada día tomamos muchas decisiones, a raíz de esos pensamientos.
Los pensamientos lo creamos nosotros. Si llega un pensamiento disfuncional e improductivo y nos enredamos, cuando nos damos cuenta ya estamos en un bucle, es más, hemos hecho toda una historia inventada en nuestra cabeza.
Ojo!! Nuestra mente no diferencia lo real de lo imaginario.
Una cosa es la realidad y otra la interpretación que hacemos de todo lo que nos pasa, que es subjetiva y está distorsionada (según nuestras creencias, estado de ánimo, entorno, experiencias…).
Esos pensamientos tienen consecuencias, ya que generarán emociones, sentimientos, comportamientos y acciones, que si repetimos pueden convertirse en hábitos.
¿Qué emociones tienes en este momento?
¿Estás decaído, triste?
Observa qué estás pensando. .¿Cuál ha sido tu pensamiento?
Conviértete en el observador de tu pensamiento.
Si la realidad que estás co-creando, no te gusta, observa que tipo de pensamientos estás teniendo...
Y recuerda que puedes cambiarlo!!
Inténtalo!!
Pregúntate durante el día: “¿Dónde tengo mi foco en este momento?” Pues ahí está tu energía.
Somos seres emocionales.
Las emociones, no son buenas ni malas, son neutras.
Lo importante es el uso que le damos, lo que hacemos con ellas cuando se presentan. La emoción no la podemos cambiar de base. Sí que podemos cambiar el pensamiento y así, generar otros sentimientos, otras emociones.
La emoción es como una alarma, se enciende y te avisa de que algo no va bien y es en ese momento cuando hay que parar y preguntarse: ¿Qué mensaje me da esta emoción?
No la escondas o tapes , (con comida , con adicciones..).
Observa, siéntela, vívela. Y así llegarás al entendimiento, aceptación , perdón y al Amor.
La raíz de todo está en el AMOR o el MIEDO.
Es necesario, elevar nuestro nivel de conciencia a diario. Esto es un trabajo interno de cada uno de nosotros, día a día, momento a momento.
Nuestro poder interior es más
grande que nuestras circunstancias personales.
Sé el cambio que verdaderamente quieres Ser